martes, 13 de abril de 2010

Solamente tu.

Y allí estaba ella, postrada en una cama, con un respirador y decenas de cables saliendo por su cuerpo controlando sus constantes vitales. No sentía que estabas sentado a los pies de su cama, mirándola. No sabía que llevabas allí días y días observándola, sin atreverte a acercarte más, sin atreverte a tocarla por miedo a que algunas de esas máquinas que sostienen su vida falle y la pierdas. Mientras la contemplas aquella máquina que controla su tensión y su pulso se dispara y comienza a pitar de una manera escandalosa. Te asustas porque sabes lo que va a pasar. Te acercas corriendo a la puerta para avisar a un médico pero cuando tienes la mano en el pomo te paras y piensas si no sería mejor que terminase ya. Terminar con su sufrimiento y el tuyo. Terminar con esa agonía que soportáis los dos.

Sólo tú puedes correr o quedarte ahí observándola.

1 comentario:

  1. ais ais
    yo no quiero vivir así
    Comentome david que te vio en la aldehuela

    ResponderEliminar