sábado, 24 de diciembre de 2011

Secretos

[…En un capítulo posterior, menos conocido y menos discutido, Teccam expone que existen dos tipos de secretos. Hay secretos de la boca y secretos del corazón.

La mayoría de los secretos son secretos de la boca. Chismes compartidos y pequeños escándalos susurrados. Esos secretos ansían liberarse por el mundo. Un secreto de la boca es como una china metida en la bota. Al principio apenas la notas. Luego se vuelve molesta, y al final, insoportable. Los secretos de la boca crecen cuanto más los guardas, y se hinchan hasta presionar contra tus labios. Luchan para que los liberes.

Los secretos del corazón son diferentes. Son íntimos y dolorosos y queremos, ante todo, escondérselos al mundo. No se hinchan ni presionan buscando una salida. Moran en el corazón, y cuanto más se los guarda, más pesados se vuelven.

Teccan sostiene que es mejor tener la boca llena de veneno que un secreto del corazón. Cualquier idiota sabe escupir el veneno, dice, pero nosotros guardamos esos tesoros dolorosos. Trabamos para contenerlos todos los días, obligándolos a permanecer en lo más profundo de nosotros. Allí se quedan, volviéndose cada vez más pesados, enconándose. Con el tiempo, no pueden evitar aplastar el corazón que los contiene…]


Patrick Rothfuss

martes, 20 de diciembre de 2011

N I E V E S



Porque, a veces, todo ocurre más rápido de lo que queremos.

Y recuerdo aquella tarde en la que te conocí. Había oído hablar de ti pero no sabía quien eras. De repente con ese desparpajo que te caracteriza, apareciste por mi vida. Mi chofer personal de Aquimisa. Fue un simple, Ah! Pues hoy te vienes conmigo a casa, lo que unió nuestros caminos. A partir de ahí surgieron las risas, las conversaciones, las confidencias, los ¡aguanta pequeña!, nuestras cenas veraniegas en el papas después de salir de trabajar, y los guasaps a las 4 de la mañana en los que te hacía reir después de una de tus noches de lágrimas… y aunque, ha sido menos tiempo del que me gustaría se me olvidarán mil y una cosas que hemos vivido juntas.

Y no tengo más palabras para describir estos… ¿9 meses? Que hemos vivido juntas. La vida sin ti, sin poder ir a tu casa a que me prepares un Colacao, a meterme en tu cama con las gafas puestas, a reírnos de la primera tontería que se nos ocurra no será lo mismo, pero siempre te tendré cerca, cerca.

No puedes llegar a imaginar lo que te echaré de menos.


Person





miércoles, 9 de noviembre de 2011

Y nadie más


Y allí estaba ella, postrada en una cama, con un respirador y decenas de cables saliendo por su cuerpo controlando sus constantes vitales. No sentía que estabas sentado a los pies de su cama, mirándola. No sabía que llevabas allí días y días observándola, sin atreverte a acercarte más, sin atreverte a tocarla por miedo a que algunas de esas máquinas que sostienen su vida falle y la pierdas. Mientras la contemplas aquella máquina que controla su tensión y su pulso se dispara y comienza a pitar de una manera escandalosa. Te asustas porque sabes lo que va a pasar. Te acercas corriendo a la puerta para avisar a un médico pero cuando tienes la mano en el pomo te paras y piensas si no sería mejor que terminase ya. Terminar con su sufrimiento y el tuyo. Terminar con esa agonía que soportáis los dos.

Sólo tú puedes correr o quedarte ahí observándola.



miércoles, 12 de octubre de 2011

Porque 2 años es muy poco tiempo.




Ella pasea por allí sin prisa pero sin pausa. No tiene nada de miedo ya que conoce el lugar casi como la palma de su mano pues suele frecuentarlo todas las noches.
Aquella noche había un poco más de oscuridad pero a ella no le importó. Total- piensa- sé donde tengo que ir.
Baja a la primera planta y se encuentra el ya conocido sofá, esta noche estaba vacío cosa que le extrañó un poco. Qué raro, llevaba mucho tiempo sin faltar – reflexiona. Se sienta en él y lo nota cómodo, caliente demasiado caliente para su gusto y se levanta enseguida. En el mismo momento recuerda que aún no tiene permiso para sentarse allí asique prosigue su búsqueda.
Escucha un ruido extraño pero tampoco le importa ya que en ese lugar siempre hay ruidos extraños de procedencia desconocida.
Sube a la primera planta y va a su habitación preferida “la habitación guay” como ella la llama. Allí se encuentra todo tal y como estaba por lo que decide ponerse a colocar las piezas…a ver si esta noche encaja alguna.
Ella estaba trabajando afanosamente cuando de repente escucha otro ruido muchísimo más fuerte que llega a asustarla. Sale de esa habitación corriendo y se da cuenta de que el lugar tiembla. Se asusta como nunca se había asustado en ese lugar y decide salir corriendo de allí, pero no le da tiempo. En cuestión de segundos las dos últimas plantas de su refugio se derrumban  y ella queda atrapada por una pila enorme de pesados cascotes. Todo se queda oscuro, muy oscuro y cuando despierta de su inconsciencia se da cuenta de que tiene las piernas inmovilizadas bajo esos grandes cascotes y muchísimas heridas producidas por los escombros y los trozos de espejo que yacen a su lado. Presa de la desesperación pide ayuda a gritos, no se acordaba de que esa noche está sola, nadie puede ayudarla.
Tiene miedo, sabe que ella sola no va a poder quitar los cascotes ya que no puede moverse, pero no sabe si alguien podrá ir ayudarla la siguiente noche, ni tampoco que pasará a partir de ahora sin poder mirarse en su espejo ni poder entrar en su refugio.

Despierta sudorosa y temblando en su cama, se pone a llorar como nunca antes lo había hecho. Por esa noche todo ha terminado.




viernes, 23 de septiembre de 2011

Reyes.

El rey, que eres tú, es la pieza más importante y la debes proteger a cualquier precio. El resto de las piezas son sacrificables. Los peones son muchos e insignificantes. Las torres, los caballos, el alfil... Si llega el momento de sacrificar a la reina, sacrifícala con tal de salvar la vida del rey. Pero nunca, nunca dejes al rey al descubierto, porque si no, estarás muerto y la partida se habrá acabado.