miércoles, 8 de diciembre de 2010

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Hoy pasé por delante de un parque de atracciones. Como no puedo gastar dinero a lo loco, pensé que era mejor observar a la gente. Estuve mucho rato ante la montaña rusa: veía que la mayoría de las personas entraban allí en busca de emoción, pero cuando ésta se ponía en marcha, se morían de miedo y pedían que parasen los vagones.

¿Qué es lo que quieren? Si escogieron la aventura, ¿No deberían estar preparadas para ir hasta el final? ¿O creen que sería más inteligente no pasar por estos sube y baja, y montarse todo el tiempo en un tiovivo, girando en el mismo sitio?

Por el momento estoy demasiado sola como para pensar en el amor, pero necesito convencerme de que va a pasar, conseguiré un empleo, y estoy aquí porque he escogido este destino. La montaña rusa es mi vida, la vida es un juego fuerte y alucinante, la vida es lanzarse en paracaídas, es arriesgarse, caer y volver a levantarse, es alpinismo, es querer subir a lo alto de uno mismo, y sentirse insatisfecho y angustiado cuando no se consigue.

No es fácil estar lejos de mi familia, de la lengua en la que puedo expresar todas mis emociones y sentimientos, pero a partir de hoy, cuando me deprima, recordaré aquel parque de atracciones. Si me hubiese dormido y hubiese despertado de repente en una montaña rusa, ¿qué sentiría?

Bien, la primera sensación es la de estar prisionera, sentir pavor en las curvas, querer vomitar y salir de allí. Sin embargo, si confío en que los raíles son mi destino, en que Dios guía la máquina, esta pesadilla se transforma en excitación. Pasa a ser exactamente lo que es, una montaña rusa, un juego seguro y fiable, que va a llegar hasta el final, pero mientras dura el viaje, tengo que ver el paisaje alrededor, gritar de excitación.


Paulo Coelho

1 comentario:

  1. Los tios vivos son aburridos, solo das vueltas y vueltas, partes de un sitio y al momento estás de nuevo ahí. ¿Q gracia puede tener eso? No tienes una perspectiva diferente de las cosas en cada momento.

    En las montañas rusas unos días estás arriba, donde puedes contemplar todo el parque y sentirte la reina del lugar. Y luego bajas y pones los pies casi a nivel del suelo y piensas que no quieres subidas porque sabes lo que vendrá después... pero cuando empiezas a ascender y la ilusión te hace olvidar que todo lo que sube, termina cayendo.
    Y así la vida se hace más amena =).

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