[...No todo fue bueno, no todo el tiempo. A veces me levantaba en mitad de la noche para ir al baño y la oía llorar. Ella siempre intentaba amortiguar el ruido con la almohada, pero yo lo sabía. Cuando lloraba era aterrador. Yo nunca había visto llorar a una persona adulta, ¿entiendes? Y la forma en que lloraba, los gemidos... Parecía un animal. Y luego había días en que no se levantaba de la cama para nada. Los llamaba días negros...]
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