martes, 23 de marzo de 2010

Luna y sol

Te extraño cuando llega la noche pero te odio de día.

Cuando es la luna la que domina el firmamento y ella se mete en su cama, desea desesperadamente tenerte a su lado. Siente que no puede pasar un segundo más así y llora hasta que se queda dormida o el sol sale por las colinas.
Cuando el sol está en los alto, dándole calor siente que ya no necesita el tuyo y te aborrece con todo su ser. Cura sus heridas y remenda sus ropas. Es otra mujer distinta, única y mucho más fuerte…

Hasta el atardecer.

1 comentario:

  1. yo creo que a todos nos ha pasado eso alguna vez... Eso de querer por la noche y odiar por el día

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